En las últimas décadas, gracias a Internet, hemos dado un giro de 180º a la forma de ofrecer y demandar empleo. Hemos pasado de la demanda y búsqueda en los suplementos dominicales de los periódicos, a buscar trabajo casi exclusivamente por internet.
Este cambio, como todo lo que rodea a Internet, y por falta de normas y legislación adecuada, trae consigo un riesgo: el uso de ofertas de empleo fraudulentas como reclamo para cometer fraudes de diversa índole.
Hay varias formas de engaño, que pasan desde los anuncios en portales de empleo de atractivas y suculentas ofertas, en los que tras registrarte te piden ciertos datos personales que no vienen a cuento, a los SMS que recibes para que pulses en un enlace para ver la oferta o incluso mensajes de Whatsapp de supuestos consultores de empleo que te piden documentación, como una copia de tu dni, antes de enviarte la oferta…..