Hoy más que nunca, la industria demanda profesionales altamente efectivos que sean capaces de armonizar coherentemente sus conocimientos técnicos con sus habilidades socioemocionales para la resolución de problemas.
Las competencias “blandas” son habilidades y capacidades interpersonales mucho más difíciles de
medir y definir que las competencias “duras” (estas últimas entendidas como competencias
técnicas, tales como titulaciones o el dominio de algún idioma).
Las habilidades blandas son habilidades interpersonales que ayudan a las personas a llevarse bien y a colaborar; éstas incluyen aspectos como el carácter, la capacidad de trabajar en equipo o la comprensión general de la cultura de la empresa y la participación en ella.
Algunas de las competencias genéricas o transversales más demandadas actualmente son: comunicación efectiva, liderazgo, trabajo en equipo, proactividad, autonomía, toma de decisiones y resolución de problemas que, entre otras, son atributos que determinan positivamente el desempeño individual.
En las organizaciones se está evidenciando la necesidad de reclutar personas emocionalmente más inteligentes, que sepan construir y mantener unas relacionales laborales sanas y positivas, pues
solo así se logra construir equipos inter, multi y transdisciplinares exitosos.
Entre estas perspectivas, las habilidades blandas son actualmente muy valoradas por los empleadores, ya que se reconoce que están directamente ligadas al alto rendimiento y, por ende, son esenciales para lograr los resultados que busca una compañía.
Es importante destacar la relevancia de las habilidades blandas en el liderazgo, ya que para poder ser un buen líder y dirigir a un determinado grupo de personas, es necesario desarrollar las habilidades blandas y aplicarlas en día a día y en la interacción con las personas de su equipo.
Entre otras, las principales habilidades blandas que todo líder debería poseer son:
- Saber delegar.
- Capacidad de coordinación y colaboración.
- Planificación estratégica.
- Habilidad comunicativa.
- Empatía.
- Capacidad de motivación e inspiración.
- Compromiso.
- Resolución de problemas.
- Resiliencia y adaptación rápida a los cambios.
La presencia de estas competencias es esencial para llevar a cabo el liderazgo de manera efectiva y eficaz, debido a que estas habilidades socioemocionales serán capaces de alinear los objetivos individuales con los corporativos. Es por ello que, en los procesos de selección, no sólo es importante incidir en aquellas competencias técnicas y más “fáciles” de comprobar y/o cuantificar.
Es evidente que, en ocasiones, buscar indicios de estas habilidades blandas en una entrevista es una tarea complicada. Y, por ese motivo, en Servitalent nos ayudamos de herramientas como PDA Assessment, la cual nos permite identificar motivadores, tendencias naturales de comportamiento y, además, predecir comportamientos en entornos laborales. De esta manera podemos identificar el perfil conductual y la singularidad de las personas y ofrecer algunos consejos y pautas a las organizaciones sobre cómo gestionar concretamente ese tipo de talento, desarrollar sus habilidades y motivarlas a alcanzar su máximo potencial.
Con el uso de estas herramientas tratamos de aportar mayor seguridad a las empresas a la hora de incorporar talento a sus equipos y también intentar predecir (teniendo en cuenta que cuando hablamos de personas, en esas predicciones siempre hay un margen de error a tener en cuenta) el nivel de encaje con su superior jerárquico, equipo de trabajo o funciones a realizar. Así conseguimos reducir al máximo la incertidumbre que inevitablemente se genera con la llegada de una nueva incorporación al ambiente organizacional.
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