En la era digital post-pandemia el teletrabajo se ha convertido en una realidad cada vez más común en las empresas. Pero a medida que las empresas han adoptado esta modalidad para promover la flexibilidad y mejorar la productividad de sus empleados, ha surgido también una imagen distorsionada en torno a la relación entre el teletrabajo y las vacaciones, el “teleplaya”.
Estamos todos cansados de ver ese tipo de imágenes, pero realmente es surrealista.
Imagina la escena: un trabajador con su ordenador portátil, sentado en una silla de playa con una sombrilla, tratando desesperadamente de leer la pantalla bajo el resplandor del sol…
Aparte de lidiar con la arena que se mete en el teclado y los problemas de conexión a internet, está el riesgo de terminar con un bronceado desigual: una mitad del cuerpo bronceada y la otra pálida por estar constantemente girando para escapar del sol.
Pero, seamos serios, esto es lo que nos dice la Real Academia Española (RAE) sobre el teletrabajo: "Trabajo que se realiza desde un lugar fuera de la empresa utilizando las redes de telecomunicación para cumplir con las cargas laborales asignadas". Esta definición deja claro que el teletrabajo se trata de trabajar, independientemente de la ubicación física desde la cual se realice, pero que lo importante es cubrir las cargas laborales asignada.
El error común de asociar el teletrabajo con las vacaciones se debe, en gran parte, a esa representación visual errónea que a menudo se muestra en los medios y en las imágenes relacionadas. La imagen de una persona trabajando en un destino vacacional o en la playa puede transmitir la idea equivocada de que el teletrabajo es una oportunidad para combinar el trabajo con el ocio.
Sin embargo, esta imagen distorsiona la verdadera esencia del teletrabajo y genera expectativas poco realistas.
Es fundamental comprender que el teletrabajo requiere una disciplina y compromiso similares a los de un trabajo en una oficina tradicional. Aunque proporciona mayor flexibilidad en cuanto a la ubicación física, no es de ninguna manera un período de descanso. El teletrabajo implica cumplir con las responsabilidades laborales asignadas y mantener la productividad en un entorno no presencial.
Es esencial desterrar la idea equivocada de que el teletrabajo es sinónimo de estar en la playa con un ordenador.
El teletrabajo es trabajo en sí mismo y debe ser tratado como tal.
Es necesario educar tanto a empleados como a empleadores sobre la importancia de establecer límites claros y realistas entre el trabajo y el tiempo libre. Solo así se podrá aprovechar al máximo los beneficios del teletrabajo, como la flexibilidad y la mejora de la calidad de vida, sin comprometer la productividad y la salud laboral.
A pesar de las asociaciones erróneas, muchas empresas, incluidos nosotros en Servitalent, han implementado el teletrabajo como una forma natural de trabajo que ha demostrado excelentes resultados a medio y largo plazo.
Estas organizaciones han comprendido la importancia de establecer límites claros entre el trabajo y el tiempo libre, fomentando así un entorno de trabajo saludable y productivo.
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