La unión hace la fuerza; Convierte a tus profesionales en un colectivo
Hasta hace poco, el coaching se consideraba principalmente una práctica de uno a uno.
La realidad es que no importa cuán efectivos sean los empleados por sí solos, sólo pueden contribuir al poder real del colectivo si se consideran un equipo.
Los equipos son el motor de la máquina empresarial, reúnen diversos conjuntos de habilidades para resolver problemas, innovar y ejecutar estrategias.
Generan oportunidades para que los empleados más nuevos aprendan y ayuden a resolver problemas, y para que los empleados más antiguos compartan sus conocimientos y aprovechen su experiencia.
Pero la mayoría de los sistemas de gestión siguen centrándose en los empleados de forma individual.
No hay nada de malo en eso, pues un buen entrenamiento individual es una habilidad de gestión muy valiosa, y, cuando se hace bien, tiene un rendimiento elevado para muchas personas, pero deberíamos pasar a un enfoque basado en el equipo.
Los directivos pueden adoptar la práctica del coaching de equipos, que cambia el enfoque del desempeño individual al impacto colectivo.
El enfoque de coaching de equipos anima a los miembros del equipo a ir más allá de sus roles y comprender las fortalezas, debilidades y aspiraciones de los demás.
Se estimula a los miembros a construir relaciones más sólidas por sí mismos a la vez que tienen el desafío de perfeccionar sus habilidades de colaboración, su capacidad para asumir y resolver desafíos, y abordar cualquier problema que pueda surgir. Se crea un entorno de responsabilidad, con un equilibrio entre los desafíos que se presentan y el apoyo de todos los miembros del equipo.
A los mandos les encanta intervenir y hacerse cargo cuando surgen problemas y desafíos, pero en un entorno en el que se han trabajado herramientas de coaching de equipos, se consigue que los problemas y desafíos que aparecen se conviertan en oportunidades para el aprendizaje y el crecimiento de todos los miembros.
Al emplear este enfoque las preguntas aparecen continuamente como por ejemplo:
👉 ¿Qué hemos intentado hasta ahora?
👉 ¿Qué está funcionando? ¿Qué no?
👉 ¿Hay alguna forma diferente de enfrentarse al problema?
👉 ¿Tenemos todos los datos?
Y una vez que los miembros del equipo responden a estas preguntas se obtienen conocimientos inmediatos e importantes sobre cómo se entiende el trabajo y como requerir de instrumentos que aporten soluciones.
Este enfoque transforma la dinámica de trabajo
Cuando los miembros del equipo entienden que tanto los éxitos como los fracasos se consideran oportunidades para aprender en un entorno sin culpas, están más dispuestos a probar los límites de lo que es posible, desafiar las hipótesis y admitir cuando las cosas han salido mal.
Para que el coaching de equipos funcione, todos los miembros deben tener la oportunidad de contribuir, pues todos notan detalles y patrones de comportamiento que otros en ocasiones no ven.
Los equipos de hoy tienen que aprender cómo entregar resultados en ciclos más cortos con menos recursos y para ello, debemos ayudarlos a aprender colectivamente de sus éxitos y fracasos, optimizar su desempeño y que se adapten rápidamente a las demandas cambiantes.
Los mandos que adoptan los enfoques del coaching de equipos pueden diferenciar con éxito sus objetivos aprovechando el notable poder del colectivo.