Historia de un beso: Cuando el reconocimiento directivo no es ejemplar

Reconocimiento directivo no ejemplar

En la actualidad, el comportamiento de los directivos en las empresas es un tema que está en el ojo del huracán. La sociedad demanda cada vez más una conducta ética y responsable por parte de aquellos que están al frente de las organizaciones.

Resulta fundamental que los directivos y directivas den ejemplo y se comporten de manera ejemplar.


En este sentido, la existencia de códigos de buenas prácticas directivas se convierte en una herramienta clave para garantizar la transparencia y la ética en la gestión empresarial. Estos códigos establecen los principios y valores que deben regir la conducta de las personas que dirigen las organizaciones, así como las normas y procedimientos a seguir en caso de incumplimiento.

Es importante destacar que el cumplimiento estricto de estos códigos no solo es una obligación legal, ética o moral, sino que también tiene un impacto directo en la reputación y la imagen de la empresa. Los clientes, los proveedores, la sociedad en general y, por supuesto, todos las personas que trabajan en esa organización, valoran cada vez más la ética y la responsabilidad social corporativa, y cualquier desviación en este sentido puede tener consecuencias negativas para el negocio.

En este contexto, por el impacto mediático que ha tenido, resulta especialmente preocupante la reciente noticia sobre el beso en la boca dado públicamente por el presidente de la Federación Española de Fútbol a una de las jugadoras del equipo femenino tras haber ganado el mundial de fútbol.

Este comportamiento, más allá de ser considerado como inapropiado e irrespetuoso, o incluso como una posible agresión, supone una clara muestra de falta de ética y responsabilidad por parte del máximo responsable del fútbol español.


Este tipo de situaciones, además de los posibles actos delictivos en sí mismo, ponen en entredicho la credibilidad y la reputación de las empresas y organizaciones, y refuerzan la necesidad de contar con códigos de buenas prácticas directivas y de cumplirlos rigurosamente. Solo así podremos garantizar una gestión empresarial ética, responsable y transparente, que contribuya al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad en su conjunto.

No debemos olvidar que los directivos y directivas tienen un papel fundamental en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Para ello, deben dar ejemplo y comportarse de manera ejemplar, cumpliendo rigurosamente los códigos de buenas prácticas directivas y contribuyendo así a generar confianza y credibilidad en el mundo empresarial.

Desde Servitalent siempre hemos defendido que las organizaciones deben regularse internamente con este tipo de códigos de conducta para evitar situaciones socialmente incómodas e indeseadas como la que estamos viviendo estos días.

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