El precio del éxito: El exceso de trabajo y sus consecuencias
En el panorama laboral actual, es cada vez más habitual encontrar situaciones en las que los trabajadores se ven sometidos a demandas y responsabilidades desproporcionadas, en muchas ocasiones, soportando cargas incompatibles de gestionar en un solo puesto por una sola persona.
La mayoría de estos casos se deben, principalmente, a la falta de personal, ya sea por la dificultad de encontrar profesionales que cubran las necesidades de la empresa o, más comúnmente, por ahorrar costes.
Estas presiones excesivas pueden llegar a tener un impacto significativo en la salud y bienestar de los trabajadores, como experimentar altos niveles de estrés o agotamiento físico y mental, lo que disminuye su satisfacción laboral.
Como expone Alejandra de la Fuente en uno de sus últimos artículos, ante esta presión y el estrés laboral, un alarmante porcentaje de trabajadores recurren a diferentes formas de consumo para intentar sobrellevar la situación.
Un alarmante porcentaje de trabajadores recurren a diferentes formas de consumo para intentar sobrellevar la situación.
Estas sustancias van desde el consumo excesivo de café y bebidas energéticas, hasta medicamentos legales con receta e incluso, en algunos casos, a sustancias ilegales. Estos mecanismos de afrontamiento pueden proporcionar un impulso temporal de energía y atención, lo que es posible que permita a los empleados mantenerse activos y cumplir con sus tareas a pesar de las condiciones adversas. Sin embargo, es fundamental destacar que estas soluciones cortoplacistas pueden tener consecuencias negativas a la larga para la salud física y mental de los trabajadores, que sumadas a los propios efectos de la carga excesiva de trabajo, pueden resultar en un significativo deterioro de la salud.
Hace unas semanas, a través de nuestro perfil de LinkedIn, preguntamos mediante una encuesta, si en alguna ocasión la presión que suponía un puesto de trabajo había llegado a afectar física y/o psicológicamente como para recurrir a la medicación. A lo que, un 77% de las 209 personas que contestaron, indicó que sí que habían pasado por dicha situación.
Sobre este tipo de situaciones, también es importante tener en cuenta que son perjudiciales para la empresa, ya que, al llegar a tener consecuencias directas en la salud de los trabajadores, estas tendrán su reflejo en el desempeño laboral de los mismos, suponiendo una reducción de la productividad y un aumento de los costes a largo plazo.
Para crear un ambiente laboral favorable, cómodo y saludable, se pueden implementar una serie de medidas, acciones que puedan ayudar a que se dé dicho tipo de entorno, entre ellas:
- Equilibrar las cargas de trabajo: Distribuir de manera realista y proporcionada las tareas y responsabilidades entre los empleados, evitando sobrecargar a personas o puestos específicos. Esto puede implicar la contratación de personal adicional en caso necesario.
- Desconexión digital: Establecer políticas y normas que promuevan la desconexión fuera del horario laboral, respetando el tiempo de descanso y permitiendo que los empleados puedan desconectar del trabajo.
- Equilibrar la vida laboral y personal: Promover un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal, ofreciendo medidas como la flexibilidad horaria, el teletrabajo cuando sea posible y fomentando las actividades de auto-cuidado.
- Comunicación efectiva: Establecer canales de comunicación abiertos y transparentes entre los empleados y la dirección de la empresa, de manera que se puedan abordar los problemas y preocupaciones de manera constructiva, fomentando un ambiente de confianza y apoyo mutuo. Esto nos puede permitir detectar problemas a tiempo, evitando consecuencias futuras, y hará que los trabajadores se sientan escuchados y valorados, lo que aumentará su compromiso con la empresa.
Con un ambiente así, facilitaremos que los trabajadores puedan gozar de una mejor salud y bienestar, ya que, estaremos enfocados en:
- Reducir el estrés: Al equilibrar las cargas de trabajo y establecer expectativas realistas, se disminuye la presión y el estrés que experimentan los empleados.
- Mejorar el estado de ánimo: Un entorno laboral saludable y positivo contribuye a un mejor estado de ánimo de los trabajadores, lo que tiene un impacto directo en su bienestar general.
- Lograr una mayor satisfacción laboral: Cuando los empleados se sienten valorados, escuchados y respaldados, su satisfacción en el trabajo aumenta, lo cual se traduce en una mayor motivación y compromiso.
- Fomentar la colaboración y el trabajo en equipo: Un ambiente laboral favorable promueve la cooperación y el trabajo en equipo, lo que mejora la productividad y la eficiencia en la empresa.
- Reducir el absentismo y aumentar la retención de talento: Al cuidar la salud y el bienestar de los trabajadores, se reduce la probabilidad de absentismo por enfermedad y se incrementa la retención del talento dentro de la organización, ya que tendrán un mayor sentimiento positivo hacia la empresa.
- Mejorar la salud física: Reduciendo las cargas excesivas de trabajo y fomentando el equilibrio entre vida laboral y personal, se contribuye a una mejor salud física, lo que se traduce en una mayor productividad y un menor absentismo.
Es importante tener en cuenta que, cuidar la salud de los trabajadores no es solo una cuestión de ética, sino que también tiene un notable impacto en la organización.