En la gestión estratégica del talento, resulta vital no solo invertir en el desarrollo de las competencias blandas (soft skills), sino también medir su impacto real en el comportamiento de los equipos y directivos/as.
En Servitalent, a través de nuestra herramienta de cabecera Steelter®, nos especializamos en este diagnóstico y medición precisa. A menudo, surge una duda recurrente en los departamentos de Recursos Humanos:
"Si ya contrato a una consultora para la formación, ¿por qué no puede ella misma medir si su trabajo ha funcionado?".
La respuesta reside en un principio fundamental en la consultoría de alto nivel: la separación entre la ejecución y la medición. Mantener esta independencia es clave para garantizar la objetividad, la credibilidad y la rentabilidad de tu plan de desarrollo de talento.
El principal riesgo de unificar ambos procesos es el conflicto de intereses. La consultora de desarrollo, por lógica de negocio, tiene un interés implícito en demostrar que su programa ha sido exitoso. Esto introduce un sesgo de confirmación que puede afectar el diseño de la evaluación final, la selección de métricas o la interpretación de los resultados.
En Servitalent, al utilizar Steelter® para el diagnóstico inicial (el punto de partida) y la medición final (el punto de llegada), actuamos como un árbitro neutral. Nos enfocamos exclusivamente en cuantificar el cambio de comportamiento real en las soft skills, sin vinculación a la metodología o el contenido de la formación impartida. Esto asegura que la mejora reportada en el equipo es genuina y basada en datos objetivos.
Para justificar la inversión en talento ante la dirección de la empresa o el Consejo de Administración, la credibilidad es un activo fundamental.
Presentar un informe de una empresa especializada e independiente que certifica, por ejemplo, que "La competencia de Liderazgo por Influencia mejoró un X% según el feedback 360 imparcial", es mucho más potente que un informe emitido por la propia consultora que impartió el curso.
Mientras el proveedor de desarrollo se centra en la satisfacción y la calidad pedagógica, nosotros nos centramos en la métrica de impacto. Medimos si el "cómo lo hicieron" sus equipos realmente cambió. Este dato es el que traduce la inversión en un Retorno de la Inversión (ROI) sólido y verificable.
Optar por una evaluación externa otorga un mayor control al departamento de RRHH sobre la estrategia de formación.
Si el diagnóstico del gap competencial inicial lo realiza un proveedor de formación, existe el riesgo de sobreestimar las necesidades para comercializar un paquete de servicios más amplio.
Al realizar una evaluación externa, obtienes un mapa de carencias preciso. Con esa información, la dirección de RRHH puede negociar y contratar la mejor solución de desarrollo del mercado para cubrir exactamente esas necesidades, sin limitarse a la oferta de quien realizó el diagnóstico. Esto maximiza la eficiencia del gasto corporativo.
En Servitalent, nuestra especialización es la métrica, el assessment y el diagnóstico riguroso.
Definimos el punto A (diagnóstico de soft skills), entregamos el mapa del gap competencial y medimos el punto B (el impacto real tras la formación).
Su labor es diseñar e implementar la ruta de aprendizaje y ejecutar la acción formativa.
Para asegurar la transparencia total, la asignación eficiente de recursos y la credibilidad de la gestión del talento, la independencia entre la medición y la ejecución es la mejor estrategia.