Contratar un servicio de Recruitment Process Outsourcing (RPO) puede ser una decisión estratégica que impulse significativamente la capacidad de una empresa para atraer y gestionar talento. Sin embargo, para que esta colaboración sea efectiva, es esencial prestar atención a varios aspectos clave. A continuación, te ofrecemos una guía sobre los puntos críticos que toda empresa debería evaluar antes de formalizar un acuerdo de RPO.
Uno de los aspectos más importantes es la definición precisa del alcance del servicio. Tanto la empresa como el proveedor deben tener una comprensión clara de las funciones a externalizar: ya sea la atracción de talento, la preselección o la gestión de ofertas de empleo. Todo debe estar detallado en el contrato. Además, prever la flexibilidad necesaria para ajustar el alcance según las fluctuaciones en el volumen de trabajo es vital para evitar malentendidos.
La medición del rendimiento es fundamental para garantizar que el servicio de RPO cumpla con las expectativas. Es crucial establecer KPIs (indicadores clave de rendimiento) desde el inicio. Algunos ejemplos incluyen:
Es recomendable realizar revisiones periódicas para ajustar y alinear los objetivos según las necesidades estratégicas.
El modelo de honorarios debe ser transparente y estar bien definido. La empresa debe decidir si la facturación será por posición cubierta, un fee mensual fijo o un esquema mixto. Es importante prever posibles costes adicionales y cómo se manejarán los servicios fuera del alcance inicial. Además, considerar bonificaciones por rendimiento sobresaliente y penalizaciones por incumplimiento de los SLA (Acuerdos de Nivel de Servicio) es una práctica recomendada.
La gestión de datos es crucial. Es imprescindible asegurarse de que la empresa mantenga la propiedad y acceso a la base de datos de candidatos, incluso después de la finalización del contrato. También es esencial que el proveedor cumpla con normativas como el GDPR en Europa para proteger la privacidad de los candidatos.
La confidencialidad y la seguridad de la información son fundamentales. El proveedor debe comprometerse a proteger la información sensible de la empresa y de los candidatos, evitando cualquier filtración a terceros. Definir claramente las medidas de seguridad es crucial para evitar riesgos a lo largo de todo el proceso de selección.
Es importante especificar claramente la duración del contrato, las condiciones de renovación y las cláusulas de finalización. Ambas partes deben tener claro en qué circunstancias se puede rescindir el contrato, ya sea por incumplimiento, cambios estratégicos o insatisfacción con el servicio.
La integración del equipo de RPO con el equipo interno de Recursos Humanos es clave para el éxito. Asegurar que el proveedor entienda y se alinee con la cultura y valores de la empresa es fundamental para una colaboración fructífera.
Establecer un comité de gestión del contrato, con representación de ambas partes, puede ayudar a supervisar el rendimiento, resolver disputas y gestionar cualquier aspecto relacionado con la ejecución del contrato.
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