La escasez de talento en determinados sectores, áreas funcionales o geográficas, así como la volatilidad generalizada de los mercados y el mayor esfuerzo que necesitan ahora las empresas para trabajar adecuadamente su pool de talento, ha puesto nuevamente a los servicios de RPO en el punto de mira como una solución eficaz y eficiente para empresas que necesitan identificar a un buen número de candidaturas en el mercado laboral en el corto o medio plazo.
¿Qué es una RPO?
RPO son las siglas en inglés de "Recruitment Process Outsourcing", que se traduce al español como "externalización del proceso de reclutamiento".
En términos simples, una RPO es un modelo de subcontratación en el que una empresa contrata a un proveedor externo, que puede o no actuar bajo la marca de la empresa, para que se encargue de todo o parte del proceso de reclutamiento de personal, aportando recursos humanos y técnicos específicos durante un periodo de tiempo determinado.
Estos recursos son capacitados y adecuados especialmente para operar exclusivamente con el cliente pero la dirección y control del todo el servicio está en manos de la empresa que presta el servicio.
¿En qué circunstancias se debe contemplar una RPO?
Este modelo de externalización se utiliza con frecuencia en organizaciones que necesitan cubrir una gran cantidad de puestos de trabajo de manera eficiente y en un plazo de tiempo determinado, que quiere dotarse de un pool de talento (léase tener una buena base de datos), mejorar su marca empleadora…y no pueden incurrir en los costes de contratación de servicios más clásicos de selección basado en honorarios sobre salarios pactados con las incorporaciones.
¿Cuáles son las ventajas de una RPO?
Las ventajas de una RPO para la empresa que la contrata pueden incluir:
- Ahorro de tiempo: La externalización del proceso de reclutamiento puede liberar al equipo interno de la empresa de la carga de trabajo que implica buscar y seleccionar candidatos, cada vez más en los últimos tiempos, lo que les permite enfocarse en otras tareas más estratégicas para la empresa.
- Reducción de costes: La externalización del proceso de reclutamiento puede ayudar a reducir los costes de contratación directos por diferencias en los convenios colectivos a la hora de contratar reclutadores, por la cobertura del servicio a ausencias de los reclutadores, por la formación de los equipos, asesoramiento de equipos senior y por las sinergias operativas que obtienen las empresas especializadas en la contratación de recursos técnicos: Licencias de Linkedin Recruiter, Job Slots, ATS, etc.
- Mayor facilidad para acceder al talento: Los proveedores de RPO aplican sinergias operativas con otros servicios similares, con operaciones con otros clientes y con su propio posicionamiento de marca en el mercado, lo cual les permite tener mejor acceso a talento activo como pasivo (estos últimos no están buscando empleo). Además, en determinados sectores o áreas geográficas puede ser mejor no “agredir” a la competencia con búsquedas directas sobre sus empleados.
- Mejora en la calidad de la contratación: Al utilizar expertos en reclutamiento que cuentan con experiencia en la industria, las empresas pueden mejorar la calidad en sus procesos de on boarding, ya que además de dedicarles mayor tiempo a actividades de mayor valor, garantizan las estandarización del proceso con la empresa que presta el servicio de RPO: comunicaciones, plazos, etc.
- Flexibilidad: Las empresas pueden elegir externalizar todo o parte del proceso de reclutamiento según sus necesidades específicas y ajustar el alcance de la externalización según sea necesario. Además, la nueva normativa laboral, limita notablemente la contratación de personas eventuales internas que se hagan cargo de estas tareas dentro de la empresa. Mediante un servicio de RPO, sin ningún tipo de coste indemnizatorio o de cese del servicio, permite adaptar los recursos a las necesidades de la empresa, convirtiendo costes fijos en variables.
- Medición de los resultados: Los servicios de RPO se basan en la satisfacción y continuidad del vínculo con el cliente, por tanto, la medición y la existencia de kpis en una máxima para este tipo de empresas.Al externalizar el proceso de reclutamiento, las empresas pueden mejorar la eficiencia del proceso de selección y contratación, lo que puede reducir el tiempo que tarda en llenar las vacantes de trabajo y, por lo tanto, aumentar la productividad de la empresa.
¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de poner en marcha una RPO?
Hay algunas consideraciones importantes a tener en cuenta antes de poner en marcha un servicio de estas características:
- Tener un volumen suficiente de incorporaciones previstas en el corto-medio plazo. La contratación de un servicio clásico de reclutamiento y selección, cuyos honorarios se aplican con un porcentaje del éxito de la contratación, frente a una RPO depende de la variable tiempo y número de contrataciones a realizar. Por tanto, la decisión es una cuestión de números.
- Seleccionar adecuadamente al proveedor del servicio. La empresa debe elegir cuidadosamente al proveedor de RPO que mejor se adapte a sus necesidades y objetivos. Es importante considerar la experiencia, la reputación, los recursos y la capacidad del proveedor de RPO para proporcionar un servicio de alta calidad.
- Revisar convenientemente el contrato entre las partes. Este no es en absoluto un tema menor. Es importante que el contrato con la empresa que presta el servicio ofrezca las coberturas y garantías de servicio necesarias para evitar cualquier tipo de disgusto posterior. Se debe garantizar siempre la existencia y reflejo de que tanto los recursos como la dirección y control de la actividad están en manos de la empresa que presta el servicio.
- Definir bien los flujos de comunicación y coordinación de actividades. Antes de poner en marcha un servicio de RPO se debe definir claramente quién, cómo y cuándo sucederán las cosas y quiénes serán las personas que interlocuten entre las partes. Este es uno de los básicos en cualquier proceso de externalización. En la medida de lo posible, el proveedor de RPO debe integrarse de manera efectiva con la empresa para garantizar que se adapte a la cultura de la empresa y comprenda sus necesidades y objetivos.
- Establecer los indicadores del servicio: La empresa y el proveedor de RPO deben acordar una serie de indicadores clave de desempeño (KPI) para medir el éxito del proyecto de RPO y realizar una evaluación periódica para asegurarse de que se estén cumpliendo los objetivos acordados.
La puesta en marcha de cualquier externalización de un proceso interno no es sencilla y debe partir de una decisión estratégica dentro de la empresa, pero siempre será más fácil si el partner seleccionado es el adecuado para tener esa responsabilidad.
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