¿Deberíamos seguir incluyendo fotos en nuestros currículums? Esa es la pregunta que muchos se hacen en la actualidad, especialmente en países como España, donde sigue siendo común adjuntar una fotografía en el CV.
Sin embargo, en países como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, se tiene la creencia de que los CV's sin foto son preferibles y permiten mayor objetividad en los procesos de selección, ya que la empresa se centra en lo verdaderamente importante: la capacidad de esa persona para desempeñar el puesto.
La inclusión de una fotografía en el currículum vitae ha sido objeto de debate durante muchos años. Detrás existen posibles conceptos discriminatorios como el edadismo o los estereotipos de belleza entre otros.
Mientras que algunos creen que la imagen puede ayudar a los empleadores a visualizar al candidato, otros argumentan que puede llevar a la discriminación basada en la apariencia física. Según la encuesta que Servitalent ha realizado recientemente a través de Linkedin, el 62% de las personas estuvo de acuerdo en que sí debería ser eliminada, mientras que el 38% estuvo en desacuerdo.
Si bien la propuesta de eliminación es mayoritaria, la polémica sobre este asunto está servida.
Lo cierto es que según a quién le preguntes, la fotografía en el currículum vitae puede tener ciertas ventajas, pero también puede tener algunos inconvenientes. En general, los expertos en recursos humanos sugieren que los CV's deben centrarse en las habilidades y logros del candidato, y no en su apariencia física, aunque en España todavía los responsables de captación de talento siguen mayoritariamente apostando por los currículums con fotografías. No obstante, cada vez son más las empresas que incorporan políticas de no discriminación y consideran que la inclusión de fotografías puede llevar a sesgos inconscientes en la selección de candidatos. ¿Pose de cara a la galería o realidad?
En última instancia, la decisión de incluir o no una fotografía en el CV depende del candidato o la candidata, por tanto, cada persona debe tomar sus decisiones al respecto ya que, salvo en profesiones donde la imagen o la edad sean factores claves, no se especifica que el currículum debe aportar una fotografía.
En cualquier caso, sea como fuere, en España todavía nos gusta hacerle caso al refranero en eso de que: “Una imagen vale más que mil palabras”.
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