Recursos Humanos. 

Se nos llena la boca con las dos palabras. 

Cuando estudiaba la carrera, con el objetivo profesional muy claro, soñaba con hacer muchas cosas. Y las hice. 

Y justo hoy 20 de Mayo, Día Internacional de los RR.HH. es mi cumpleaños. 

Doble celebración.

Por un lado un año más de vida y por otro, celebrar que echando la vista atrás estoy muy contento de mi trayectoria profesional. 

He puesto en marcha todo tipo de programas. 

Selección, formación, evaluación, desarrollo, retribución, comunicación, etc. 

De todo. 

Hablar sobre ellos sería redundante, pues en cualquier publicación aparecen como imprescindibles en cualquier proyecto de empresa. 

Ahora.

De siempre he pensado que un error en la gestión de personas es la falsa creencia de que lo que decimos y hacemos es siempre correcto, verídico y razonable. 

Aunque cueste admitirlo, en general las personas gustan de tener siempre la razón. 

Normalmente, cuando pensamos en hacer algo, nuestro primer referente somos nosotros mismos y como es lógico “nuestro modo” nos resulta más convincente que cualquier otro.

Y hay un concepto que en nuestras vidas y en la sociedad en general ha cambiado rápida y de forma imprevisible. 

Liderazgo.

No hay un objetivo más insigne que el de dirigir a las personas hacia la excelencia. 

Si queremos hacer de este planeta algo mejor necesitamos profesionales que sepan ver el futuro, divulguen ilusión y estimulen a los demás a emprender una aventura de transformación. 

La capacidad para activar la energía a fin de mejorar la calidad de vida en las empresas es una de las competencias más cruciales que debe tener un líder. 

Pero...¿Qué es tener liderazgo?

Después de tantos años de trabajar en esta área, creo, y siempre puedo estar equivocado, que todo lo que está relacionado con las EMOCIONES es crucial.

He tenido a mi lado “jefes” de todo tipo. 

Desde los que se preocupan por su gente hasta los más que nadie nos quisiéramos encontrar.

Y la diferencia no está en los conocimientos o experiencia, que no la pongo en duda, sino en tener esa competencia emocional que es clave. 

Para los que quieren dedicarse a los recursos humanos, y que perseguís un sueño ,o ya estáis en ello, debéis construir unas relaciones fuertes y positivas, descubrir que os entusiasma y que junto a la paciencia, la coherencia y la entereza llegar a superar todas las pruebas que aparecen y afectan de forma inmisericorde. 

Hay que tener compromiso con los valores personales.

Vivir con pasión lo que se hace, empleando las emociones para ayudar a las personas a que luchen por un futuro mejor. 

Ser un líder significa estar en sintonía consigo mismo y con las necesidades de las personas a quienes se lideran.

Sacan energía de donde no hay cuando las situaciones cambian, y crean las condiciones para que los colaboradores obtengan lo mejor de sí mismos. 

Y una cosa más.

El liderazgo se aprende. 

Pero hay que querer. 

Y eso implica tener una visión serena y comprometida de la vida. ¿La tienes?

Es pensar en los Recursos Humanos.

En las personas. 

#DiaInternacionalDeLosRRHH