Las elecciones presidenciales de Estados Unidos este noviembre representan un momento decisivo para las empresas españolas con intereses en el mercado estadounidense. Tanto Kamala Harris como Donald Trump proponen visiones económicas muy distintas para sectores clave como infraestructuras, energía renovable, comercio exterior y movilidad de talento. Estas diferencias traerán oportunidades y desafíos para la competitividad de las empresas españolas en Estados Unidos.
Uno de los sectores más influenciados será el de infraestructuras. Si Harris gana, se prevé que mantenga y expanda los fondos para proyectos de infraestructura pública y energías limpias. Esta continuidad podría generar un entorno favorable para empresas extranjeras especializadas en transporte, redes de distribución y energía renovable, promoviendo el crecimiento en un marco de sostenibilidad.
Por otro lado, si Trump es elegido, es probable que reduzca los subsidios públicos en infraestructuras y energías renovables. Su enfoque prioriza la inversión privada y el respaldo a industrias tradicionales, como los hidrocarburos. Este cambio obligaría a las empresas a adaptar sus estrategias rápidamente, reajustando inversiones según la disponibilidad de fondos y la orientación de las políticas públicas.
La economía estadounidense seguirá una línea proteccionista, aunque con matices distintos según el resultado electoral. Si Harris toma el poder, podríamos ver aranceles dirigidos a ciertos países pero no de forma generalizada hacia Europa, lo cual facilitaría la entrada de productos europeos en el mercado estadounidense. En cambio, la política arancelaria de Trump tiende a ser más amplia y agresiva, lo que podría encarecer productos españoles como los agrícolas y de consumo, afectando su competitividad. Este aumento de costes obligaría a las empresas españolas a replantear sus precios y estrategias de distribución.
El flujo de talento internacional también dependerá del próximo presidente. Harris parece inclinarse hacia políticas migratorias más favorables para el talento cualificado, lo que facilitaría la movilidad de personal extranjero y la creación de equipos internacionales en EE. UU. Sin embargo, Trump ha prometido endurecer las restricciones migratorias, lo que dificultaría la entrada de personal cualificado y aumentaría la dependencia de talento local. Para las empresas españolas, esta incertidumbre supone un reto, ya que limita la flexibilidad para desplazar personal especializado.
Ante estas posibles restricciones, los servicios de reclutamiento internacional y Employer of Record (EOR) de Servitalent se posicionan como soluciones esenciales. Nuestro servicio de contratación local mediante EOR permite a las empresas españolas operar en EE. UU. sin necesidad de establecer una filial, simplificando así la expansión en un mercado complejo. Con una red de partners en más de 50 países, ofrecemos apoyo integral en la gestión de talento, ayudando a las empresas a navegar las complejidades legales y regulatorias que podrían surgir tras las elecciones.
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