La desconexión digital en el ámbito laboral es un concepto que se refiere al derecho que tienen los trabajadores/as a no estar permanentemente disponibles o conectados a través de dispositivos electrónicos y medios de comunicación digital, respetando su horario laboral o los períodos de descanso, como vacaciones o días libres. Este, reconoce la importancia de mantener un equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, evitando que los trabajadores se vean abrumados por la constante disponibilidad y la presión de responder a mensajes o correos electrónicos de trabajo fuera de su jornada laboral.
Se basa en el reconocimiento de la importancia de la salud mental y el bienestar de los/as empleados/as, así como en la necesidad de preservar un equilibrio sano y adecuado entre la vida laboral y la vida personal en una era tan digitalizada.
Algunos aspectos clave del derecho a la desconexión digital en el ámbito laboral incluyen:
Los/as empleadores/as deben establecer claramente los horarios de trabajo y respetar los tiempos de descanso de los empleados.
Los/as empleadores/as, así como los/as propios/as compañeros/as, deben evitar enviar correos electrónicos, realizar llamadas o enviar mensajes de trabajo fuera del horario laboral, a menos que sea necesario por razones específicas y acordadas previamente.
Pueden establecerse políticas internas o acuerdos entre ambas partes que definan las pautas para la desconexión digital.
Desde la organización se puede proporcionar formación al personal en plantilla sobre el derecho a la desconexión digital y los beneficios de mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
En algunos lugares, pueden establecerse sanciones para los/as empleadores/as que no respeten este derecho, como multas o penalizaciones.
La regulación del derecho a la desconexión digital varía según el país y la legislación laboral específica. Algunos países, como Francia, han adoptado leyes que establecen este derecho de manera más concreta. Sin embargo, en otros lugares, puede depender en gran medida de las políticas internas de la empresa y los acuerdos individuales entre empleadores y empleados.
En el caso concreto de España, el artículo 88 de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos personales y Garantías de los Derechos Digitales establece que los trabajadores “tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal familiar”.
Recientemente, con el paso de la pandemia y la implementación de dinámicas como el teletrabajo, se ha vuelto más difícil delimitar la frontera entre el trabajo y el tiempo personal, al convertir el domicilio de los trabajadores en un espacio de trabajo y al integrar herramientas tecnológicas para realizar tareas o comunicarnos con nuestro equipo. Esto se ha traducido en jornadas laborales más prolongadas, debido a la posibilidad de estar conectado de manera permanente. Esta casuística, convierte así, la ventaja de flexibilidad del teletrabajo, en un arma de doble filo para los/as trabajadores/as, la cual, puede llegar a tener graves repercusiones en la salud del personal, teniendo su reflejo en la productividad y afectando de manera directa a la empresa.
El derecho a la desconexión digital en el ámbito laboral tiene numerosos beneficios, tanto para los/as empleados/as como para los/as empleadores/as.
Algunos de los beneficios clave incluyen:
Al permitir que los/as trabajadores/as se desconecten fuera de su horario laboral, se reduce el estrés y la ansiedad relacionados con el trabajo, lo que contribuye a un mejor bienestar emocional y mental.
Cuando los/as empleados/as tienen tiempo para descansar y recargar energías, su rendimiento laboral tiende a mejorar durante las horas de trabajo, lo que beneficia a la empresa en términos de eficiencia y calidad.
Al establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal, las personas empleadas pueden disfrutar de un mayor equilibrio y calidad de vida, lo que puede tener un impacto positivo en su satisfacción general.
La desconexión digital permite dedicar tiempo a los familiares, aficiones y actividades personales, lo que contribuye a una vida con un menor nivel de estrés y más satisfactoria.
Evitar la constante disponibilidad y la presión de responder a las comunicaciones laborales fuera del horario laboral ayuda a prevenir el agotamiento y el desgaste profesional.
Al establecer límites claros sobre la disponibilidad fuera del trabajo, se promueve un ambiente laboral más saludable y se evitan tensiones relacionadas con las expectativas poco realistas de estar siempre conectado.
Una encuesta realizada desde nuestro perfil de LinkedIn recientemente, refleja que la mayoría de las personas, un 86% de los 259 votantes, se ven obligadas a contestar llamadas o mensajes de trabajo durante sus vacaciones, lo que subraya la importancia de seguir promoviendo y defendiendo el derecho a la desconexión digital, en función a garantizar el bienestar de los trabajadores y mantener una relación laboral saludable.