Como CEO, sabes que la guerra por el talento es tu campo de batalla diario. No es una charla de RRHH, es el pilar que sostiene tu negocio. Atraer y retener a los profesionales más brillantes define si tu empresa despega o se estanca, si va a competir o no. Y aun así, muchas veces sientes que algo no encaja. Ves cómo los candidatos que de verdad quieres no llegan, o peor, cómo tus mejores estrellas se apagan y se van. ¿Te has parado a pensar, con total honestidad, qué puede estar fallando en tu propia casa?
En este nuevo mercado laboral, las reglas del juego han cambiado. Ya no son las que muchos hemos conocido y para las cuales nos habíamos preparado como directivos/as. El poder, ahora, está en manos del talento y la autocomplacencia es el mayor riesgo que puedes correr. Los profesionales de alto impacto ya no buscan solo un buen sueldo; buscan un proyecto que les llene, con el que se sientan emocionalmente vinculados, un lugar donde puedan crecer, sentirse valorados y notar que su trabajo tiene un propósito real.
Desde Servitalent, hablamos cada día con muchas empresas y con directivos/as como tú. Vemos de cerca esas pequeñas (y no tan pequeñas) grietas que impiden que el mejor talento conecte con las empresas que más lo necesitan. Por eso, te compartimos, porque la experiencia sirve para esto, las 10 posibles razones por las que quizás estés luchando más de la cuenta para atraer talento a tu equipo soñado. Te invitamos a leerlas sin filtros y a pensar en cuáles resuenan contigo.
Tienes una propuesta de valor increíble para tus clientes, ¿verdad? ¿Y para tus empleados/as? Tu PVE es, simplemente, la respuesta a la pregunta: "¿Por qué debería trabajar aquí y no en la competencia?". Si tu respuesta es vaga, o se limita al "pagamos a final de mes" o algo similar un poco más elaborado, no esperes que el mejor talento haga cola para entrar.
Seamos claros: aunque el dinero no lo es todo, sigue siendo un factor clave. Ofrecer un sueldo por debajo del mercado es la forma más rápida de que un candidato/a te descarte. Hoy la transparencia se valora más que nunca, y un buen paquete de beneficios (seguro médico, flexibilidad, formación) puede inclinar la balanza tanto como el salario.
El ambiente de trabajo lo es todo. Una cultura corporativa donde reina la desconfianza, el control excesivo, la crítica constante o el "sálvese quien pueda" es un veneno que el mejor talento huele a kilómetros. Y no te engañes, las noticias vuelan. Una mala reseña en Glassdoor o un comentario en un grupo de WhatsApp pueden hacer más daño que una mala campaña de marketing.
Los cracks no buscan un trabajo, buscan una carrera. Quieren escalar, aprender, convertirse en mejores profesionales. Si un candidato/a percibe tu empresa como un callejón sin salida, un lugar donde estancarse, ten por seguro que buscará otro sitio donde sí pueda desplegar sus alas. La gestión del talento implica ofrecer un plan de desarrollo.
La frase "la gente no deja las empresas, deja a los malos jefes" es una verdad como un templo. Un líder que no inspira, que no comunica una visión, que no confía en su equipo o que es incapaz de gestionar personas, es la principal causa de fugas de talento. El liderazgo es clave para la retención de profesionales.
Vivimos en la era de la inmediatez. Un proceso de selección que se alarga semanas, sin dar señales de vida, con entrevistas repetitivas y sin feedback... es un atentado contra el talento. El candidato/a que te interesa está, probablemente, en otros 3 o 4 procesos. Si se lo pones difícil, se irá con quien se lo ponga fácil. La experiencia del candidato/a es vital.
Tu marca empleadora es lo que se dice de ti cuando no estás delante. Es la reputación que tienes en el mercado laboral. Si no la cuidas y la construyes tú, otros lo harán por ti. Y puede que la historia que cuenten no sea la que quieres oír. El employer branding es esencial.
La pandemia solo aceleró lo inevitable: la gente quiere y necesita equilibrar su vida. Las empresas que siguen ancladas en el presentismo, en el control horario y en la rigidez de la oficina están perdiendo la partida. El talento hoy valora la autonomía, la confianza y trabajar por objetivos. La flexibilidad laboral es un must.
La gente, y sobre todo las nuevas generaciones, necesita sentir que su esfuerzo sirve para algo más que para aumentar el beneficio. Quieren un propósito. Si tu misión y tus valores son solo palabras bonitas en la web, pero no se respiran en el día a día, generarás indiferencia y desconexión. La vinculación emocional es un diferencial.
La oferta de empleo es tu primer anzuelo. Si es una lista de tareas genérica, llena de frases hechas y que no transmite la pasión, el reto y la oportunidad real del puesto, simplemente no funcionará. No captarás la atención de esa persona brillante que no está buscando trabajo, pero que se movería por un proyecto que le vuele la cabeza.
Atraer talento, como ves, ya no es un simple juego de números; es el arte de construir una empresa donde la gente realmente quiera estar. Y eso, como CEO, empieza por ti. Empieza por una reflexión honesta y la valentía para cambiar lo que no funciona.
Nosotros, desde Servitalent, con total seguridad no vamos a poder cambiar tu empresa en la primera conversación pero, con total seguridad, te ayudaremos a reflexionar. El talento excepcional siempre llamará a la puerta de las empresas excepcionales. ¿Estás preparado para que la tuya sea una de ellas?